Una mudanza inesperada ha desequilibrado su mundo. Así ha sido julio. Un mes de contrastes, de ansiedad, de dudas… y ella no suele titubear. Ella es de las que mira a la vida de cara asumiendo siempre la realidad. Pero la mudanza le ha ganado la batalla. La soledad le ha mostrado la cara más oscura y su orden aparente ha tocado fondo. Las cajas se amontonan en el salón. Empaquetar cinco años es duro, son muchas cosas y la sensación de buscar un nuevo lugar sabiendo que ya tenía ‘el lugar’ la marea. El verano casi se le ha escapado amoldándose a la nueva vida y se contenta pensando en la ilusión de los principios, los que tuvo y los que tendrá.