Junio ya no es un mes apetecible, no sé si volverá a serlo, pero éste no lo ha sido. Hace un año que la vida nos dio el mayor revés hasta ahora y te despedimos, te dijimos adiós bajito y con el alma rota. Ha sido el año en el que más hemos llorado (con diferencia), pero también en el que más abrazos hemos dado y te quieros hemos dicho. Seguimos reconstruyéndonos con ese vacío real y de sentimientos y peleamos la vida con ganas. Las que tú tendrías si estuvieras aquí. Hoy por fin me he atrevido a ver tus recuerdos y escuchar tus audios. Tu voz ha retumbado en la habitación y mis ojos se han inundado. Ojalá haberte tenido un poco más. Hemos subido hasta aquella cima a verte y hemos abierto uno de tus vinos, aquellos que guardabas para cuando pasaban cosas especiales, y nos lo hemos bebido contigo que sin estar, aún estás.
Pude experimentar cada frase. Repleto de emociones este fragmento. Sólo queda seguir adelante.
Me gustaMe gusta
Siempre dolerá, siempre.
Me gustaMe gusta
Pingback: telodigosindecirlo – Vivir Viviendo
Emocionante, muy emocionante. Enhorabuena por dejarnos compartir estos sentimientos.
Me gustaMe gusta
So emotional may be that person is not present but will remain in memory forever 💐🌹 beautifully written 💐🌹👌
Me gustaMe gusta
Esta ausencia sabe de palabras. En un punto parecido al tuyo, me dijeron: «Morimos dos veces. El día que dejamos de respirar, y nuevamente cuando el mundo deja de decir nuestro nombre…»
Me gustaMe gusta
Mantener encendida la llama de la memoria, sin ella no somos nada.
Me gustaMe gusta
muy bonito!!
Me gustaMe gusta
Descanse en paz. Mientras pienses en esa persona, siempre estará vivia dentro de ti. Con el tiempo te darás cuenta de que escuchas su voz y te acompaña siempre. Un saludo.
Me gustaMe gusta
Triste y desgarrador, pero, como me dijo hace poco uno de mis mejores amigos, no te queda otra que seguir viviendo aunque sin dejar de recordar a los que se han ido para que, de alguna forma, sigan estando contigo.
Y es que el recuerdo es la llama que permite mantener junto a nosotros a los que ya no están. Pensar cómo harían ellos ciertas cosas, preguntarnos sobre la decisión que tomarían ante determinada situación… Estos y otros detalles, por pequeños que puedan parecer, pueden ayudarnos a sobrellevar su pérdida.
Lo importante es cuidar de esa llama para que no se apaque.
Muchas gracias por compartirlo.
Un saludo.
Me gustaMe gusta