La memoria se esconde o se entierra, a veces incluso parece borrarse como borrábamos la solución errónea de un ejercicio en el colegio. Pero siempre quedaban las marcas, una huella en el papel, imborrable. Apenas bastaba la punta del lápiz para que volviese a aparecer el error. Escribir encima solo empeora las cosas. Ella lo sabe, tiene demasiados fantasmas socavados tras esa sonrisa que la ayuda a seguir. Lo sabe y lo acepta así, a modo de escudo ante la vida, pero de camino al trabajo pasa frente a una casa antigua con un gran jardín y piscina. Ese escenario la trastoca y ese olor a jazmín la traslada a Menorca, a ese verano eterno que jugaron a quererse, a odiarse y a reconciliarse por enésima vez. Sus desprecios aún le duelen, se hirieron muy profundo sin saberlo y desde entonces viven sus vidas destemplados. Los dos. Y se piensan en recuerdos fugaces inesperados, y tantean coger el lápiz y volver a escribir encima.
Muy bonito, me encanto esta parte: ‘Apenas bastaba la punta del lápiz para que volviese a aparecer el error. Escribir encima solo empeora las cosas.’
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Muy profundo, la alegoría eacoclar me parecio re excelente. Y muy buenas palabritas sinónimas que adornan al punto.
Y para reflexionar yo, la memoria es asi, y lo doloroso marcado queda y ahora que lo escribí entiendo más tu escrito.
Y la felicidad hay que hacerles dibujitos encoma echarle colores, por que, es naturaleza de la mente resguardar lo amenazante para no entrar a las espinas nuevamente, y con la felicidad lo agarra como algo monótono ppr qe se siente placer, pero, la mente busca más evitar el dolor para encontrar placer, perp cuando el placer da dolor la mente aprende mas a evitarlo.
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Y pensar que cada recuerdo me llena de nostalgia y amor
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La memoria es selectiva en el tiempo y sesgamos lo que duele, aunque no olvidamos. Felicito tus palabras, casi como te felicito a ti por tu forma de expresar tus vivencias.
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¡Texto hermoso y poético! Y como mi lengua materna es alemán, incluso me enseñó algunas expresiones.
Pero si yo fuera (¡subjuntivo!) la protagonista, expulsaría los fantasmas en vez de sonreír a ellos y sepultaría los recuerdos imborrables y dolorosos bajo una hoja blanca para seguir el camino al trabajo… aunque… ¡El permiso por enfermedad tiene también lo suyo!
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Me gusta mucho tu prosa. ¡Los recuerdos, tan fugaces y tan duraderos! ¡Gracias!
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Me ha gustado mucho la forma en que has expresado como duele un recuerdo cuando aún nos lastima lo que nos han hecho en el pasado. Es una forma de escarbar la herida, solo falta usar el medicamento adecuado para curarla.
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Poética manera de trabajar con los recuerdos agrios que aún sobreviven golpeándonos a mansalva en el momento menos pensado. Hermoso trabajo.
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Bello
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Wow! Por alguna razón desconocida, sentí cada pedacito… Un recuerdo viejo uno viejo, pero que aún guardo en el corazón, allí me llevo, hasta llegue a pensar que tú eras aquel viejo recuerdo. Gracias por escribir.
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