No sabían que se encariñarían hasta la tercera llamada, hasta ese intento ansiado de agradarse, hasta que sus voces se confundieron con las de dos amantes que sonríen tontamente al saberse al otro lado del teléfono. Sin quererlo congenian demasiado bien. Sin buscarlo, el trabajo pasa a ser hobby y las horas un tiempo fugaz que tiñen de telepatía y buen rollo. Ella rechaza la propuesta de verse más por miedo a romper la magia, mientras él insiste, rozando su espalda con complicidad, «ven al estudio». Pero no es capaz de seguirle el juego. Un golpe duro trastoca su rutina y se sienten más cerca si cabe, hablándose en silencio. Sin necesidad de contarse nada, sin necesidad de apiadarse. Y vuelven a ser los de siempre, vuelven a ansiarse la voz. Él sigue pendiente de ella. Son pareja ganadora sin saberlo. «Estoy por ti», repite burlonamente en un caballeroso gesto por tantearla. Y le sonsaca historias que no suele explicar, y se pone celoso mientras ella enfatiza detalles absurdos igual que una quinceañera obnubilada.
Me sentí muy identificada!! Gracias por compartir 🙏
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Existen hechizos con solo una voz detrás de un auricular, pero que se rompe la magia si se quiere avanzar.
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Wow! Beautiful story.Loved to read it ❤️❤️☺️
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Dioooos, me encantó 🥺🥰
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A veces es mejor no ir más allá, la magia se puede romper en un instante.
Muy ameno tu escrito, me ha gustado mucho.
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