Reaprender a vivir

Ayer estaba en la cola del banco cuando la vida se me reveló. La soledad nos persigue, a todos, aunque algunos la esquivan, otros la rozan y, los menos, la afrontan, sin paños calientes. Delante de mí tengo a un señor mayor al que la incerteza le acompaña desde hace poco. Enviudó después de 57 años y está reaprendiendo a vivir. Estar con alguien te da seguridad y cierta estabilidad. No estamos hechos para vivir sólos, aunque a él le está gustando. Desde hace unos días ha roto con alguna de sus rutinas y ahora escucha Rac1 mientras desayuna huevos revueltos con pan con tomate, baja a la playa con lo puesto, ha cambiado la butaca de sitio y, antes de acostarse, mira en bucle la reposición de los partidos del Barça de la temporada 91-92. Vive el momento sin más. Y me da envidia ese saber difuminarse con la sociedad, sólo y sin miedo al cambio.

1 comentario

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Una respuesta a “Reaprender a vivir

  1. A mi, llegar un día a la oficina de un banco me devolvió la vida.

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